Desafiando tus límites.
No es de mi costumbre tomar fotos en el gimnasio. Si acaso tendré algunas cinco o seis fotos y un par de videos de cuando entrenaba en el 300 GYM en Saltillo allá por el 2013. Y eso porque en aquel tiempo Romeo, el dueño, generosamente me prestó la llave del local para que yo abriera a las cinco de la mañana y éramos muy pocos los que entrenaban a esa hora. Él llegaba a las seis. Un gran gesto de su parte el que haya confiado en mí de esa manera. -------------------------------- Aquí hago un breve paréntesis. Recuerdo que al inicio yo iba en la tarde a entrenar, y un día le pregunté a Romeo a qué hora abrían en la mañana, porque mi intención era ir a las cinco para que así me diera oportunidad de llegar temprano al trabajo. Él me contestó que abría a las seis, pero que podía prestarme la llave para que yo abriera, entrenara y ya él me relevaba más tarde. A mí me pareció raro, dado que no me conocía lo suficiente y se lo comenté, a lo que él me mencionó: - Lo que pasa es que yo tengo