There's nothing here... but what here's mine

 Finalmente, esta semana inició mi nuevo ciclo profesional en MeLi. Algunas personas me han estado preguntando si estoy nervioso por el nuevo reto que tengo enfrente, pero por alguna extraña razón, no lo estoy. Lo que sí estoy, es muy emocionado y ansioso. Tengo esta sensación de fuego en mi interior que augura que algo grande viene. Tengo un hambre enorme por aprender, por entender cómo funciona, quiero conocer a la gente que lo opera y que lo lidera. A quienes hacen que la magia suceda. Pero todo a su tiempo, esto apenas comienza. Previo a mi ingreso y posterior a mi salida de Pepsico, tuve un periodo inactivo, que de inactivo no tuvo mucho. Lo exprimimos al máximo. Compramos la camioneta que tenía asignada como prestación y vendimos la de Linda, para que ella y los niños usaran la más reciente. Llevé también la camioneta a mantenimiento y aproveché para ver algunas opciones de autos compactos para mi nueva asignación, porque voy a estar manejando alrededor de 180 kilómetros diar...

 Transcurría Enero del 2011. En aquel tiempo, Linda y yo estábamos rentando el lugar en donde fundamos nuestro primer hogar, una casita muy pequeña al noroeste de Saltillo. Precisamente un año atrás, abríamos temblorosos el sobre del laboratorio que contenía la noticia que nos iba a cambiar la vida para siempre. Es increíble cómo se puede transformar tu realidad en tan corto tiempo. Ya para entonces, Santiago tenía cuatro meses de haber nacido, estaba muy chiquito. Y era un invierno muy crudo, el más duro en muchos años. Hacía diez meses que había llegado de nuevo a esta hermosa ciudad, en la que egresé de mi licenciatura. Los últimos dos años, por mi desarrollo profesional, estuve residiendo en San Luis. Pero ahora necesitaba de manera urgente una oportunidad de ingreso económico aquí, para proveer a mi familia. Y esta oportunidad me la otorgaron dos personas maravillosas, María Elena y Ambrosio, en la Planta de Sabritas. En ese momento, este trabajo parecía representar un ligero ...