There's nothing here... but what here's mine

 En Octubre del 2017 tuvimos la fortuna de asistir a uno de los eventos más grandes de Pepsico, Círculo de Campeones. En aquel entonces, Linda y yo residíamos en Monterrey y había pasado un año de nuestro primer movimiento fuera de la ciudad donde habíamos fundado nuestra familia. Una de las noches, en una cena, se sentó junto a nosotros Rafa Andrade, uno de los grandes líderes LATAM en Pepsico. Hasta ese momento, no había tenido el gusto de conocerlo y sin afán de parecer romántico, fue una noche mágica.  Rafa me preguntaba por mi trayectoria, por la dinámica de nuestro matrimonio y cuáles eran nuestros planes a futuro. Nosotros teníamos relativamente poco de haber salido de Saltillo y existía aún el temor de si la decisión había sido la correcta, hablamos del sacrificio que implicaba el desprenderte del núcleo familiar, llevar un ritmo de vida más acelerado y compaginar el trabajo con la vida personal. Rafa nos platicó un poco de su gran trayectoria y nos aconsejaba acerca de que cad

 Cuando hablamos de realidad, aún y cuando dos personas se desarrollasen bajo un contexto afín, pudieran tener interpretaciones diferentes de la misma. Esto sucede porque en nuestro cerebro tenemos un filtro llamado Sistema de Activación Reticular. El SAR básicamente filtra toda la información que llega a tu cerebro y transmite a tu mente consciente lo que para ti es relevante.  Y aquí es donde se pone interesante, si una persona no aprende a vivir como piensa, eventualmente terminará pensando como vive. Y aunque nuestro entorno no sea del todo agradable, pero estamos expuestos a este sin cuestionarnos si quiera si hay algo mejor afuera, nuestro cerebro entra en un ciclo de referencia circular en el que solo observamos aquello a lo que estamos acostumbrados a observar, esto retroalimenta nuestro subconsciente y nuestro cerebro nos continúa mostrando lo mismo una y otra vez. Epicteto, uno de los pioneros en la escuela del estoicismo, decía: "Te conviertes en aquello a lo que presta

 Esta foto la tomé en el avión de regreso de un viaje de cuatro días por la región noroeste del país. Realizamos un recorrido por las localidades en dónde están nuestros equipos y nuestras operaciones para conocerlos y sensibilizarnos respecto al contexto en el que se desarrolla su día a dia. Fue un viaje maravilloso. Conocí a muchos compañeros que tenía incluso poco más de una década de tratar con ellos sin conocerlos en persona y es muy agradable romper la barrera de la distancia y estrechar sus manos. Estuvimos en las operaciones, entendimos las complejidades a las que se enfrentan cada una desde su particularidad y conocimos también al talento que provoca que las cosas sucedan. Fue una semana intensa, porque además de atender esta agenda, en paralelo tuvimos algunos conflictos operativos en otra región qué intermitentemente desviaban nuestra atención y los ajustes en la agenda estuvieron a la orden del día. Ahora; sé que no es una buena foto y no es que quiera presumirla, pero aquí

Ayer fuimos al concierto de José Madero en la Arena CDMX, muy buen concierto y muy buen lugar. En Junio del año pasado Linda y yo fuimos a verlo en el Auditorio Nacional, pero ahora nos llevamos a los niños para que disfrutaran la experiencia. Obviamente de tanto y tanto ya se saben las canciones. El repertorio estuvo de lujo, pero me quedé con ganas de escuchar de nuevo en vivo Lo Dorado desvanece. Es una canción de suma melancolía y pudiera notarse incluso depresiva, pero refleja en palabras de Pepe el Síndrome del Impostor. Un mal más común de lo que pudiéramos imaginarnos. "𝘕𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝘢 𝘷𝘰𝘻, 𝘺𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰, 𝘦𝘭 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘫𝘰 𝘫𝘢𝘮á𝘴 𝘵𝘦 𝘩𝘢 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘩𝘰𝘯𝘰𝘳. 𝘠 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳𝘨𝘰, 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥é 𝘥𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳. 𝘖𝘩, 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘢 𝘦𝘴𝘢 𝘷𝘰𝘻, 𝘺𝘰 𝘵𝘦 𝘫𝘶𝘳𝘰 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘥𝘳á 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘤𝘰𝘭𝘰𝘳. 𝘠 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳𝘨𝘰, 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘺 𝘺𝘰 𝘦𝘭 𝘱𝘪𝘯𝘵𝘰𝘳". Y es que es increíble como