Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2023

El ojo de tigre.

Imagen
 Antes de trabajar en Pepsico, trabajé por dos años y medio para Ryder, seis meses en Ramos Arizpe y el resto en San Luis Potosí. Ya en San Luis, recuerdo en alguna ocasión el responsable de la operación y padrino mío (se volvió mi padrino ya cuando trabajaba allá, historia para otro día, nada de nepotismo por aquí), Gabriel, me contó la metáfora del perro flaco. En resumen, el perro flaco es aquel animal, que a diferencia del perro gordo que ya se encuentra satisfecho, se lanza por el hueso sin distracciones. No importa si lo tiene enfrente o si ni siquiera lo ve, si el perro tiene hambre, con toda determinación encontrará la manera de llegar a este. Porque al igual que en el mundo real, no existe competencia alguna entre un individuo con hambre y alguien que carece de ella.  Y si bien el hambre es causa de la escasez, también puede provocarse a voluntad. Arnoldo de la Rocha, fundador del Pollo Feliz, menciona que en su caso, lo que motivó su impulso fue el hambre primaria. Y en contr

El sesgo de tu realidad.

Imagen
 Estaba escuchando en Creativo una charla con el Cojo Feliz, donde el Cojo hablaba acerca de cómo el viajar, leer, vivir nuevas experiencias y exponerte a nuevos entornos te ayuda a ampliar tu perspectiva, exponencía tu creatividad y te permite nuevas piezas para moldear tu realidad.  Y esto me recordaba un poco a aquella escena de la película Hombres de Negro II en la que Tommy Lee Jones lleva a Will Smith al área de los casilleros, mismos que utilizan para almacenar toda clase de artefactos y dispositivos alienígenas. Ya en el área, al abrir una puerta, descubren que afuera existe un mundo de alienígenas gigantes y que su mundo, nuestro mundo, habita dentro de un mismo casillero. ¿Imaginan lo impactante y revelador descubrir algo así? Y no está tan alejado de la realidad.  Stephen Hawking decía que somos una de las ocho mil millones de personas que habitan este planeta de menor tamaño que una estrella promedio. Planeta situado en uno de los miles de millones de sistemas solares que h

Mundos imaginarios.

Imagen
 Esta última semana y media estuvimos en Monterrey y Saltillo porque tenía agenda de trabajo qué atender por allá. Afortunadamente coincidió con Semana Santa y los niños estaban libres, así que aprovechamos para viajar en familia y ver a los nuestros. Ayer precisamente regresamos a casa. Es un viaje medianamente largo y si todo sale bien y solo con las paradas necesarias, son aproximadamente nueve horas y media.  Un día antes de regresarnos, pasé a Sanborns a recordar viejos tiempos. Por allá del 2006 me gustaba mucho ir ahí a pasar el rato viendo los títulos nuevos de lectura entre libros y cómics que acababan de llegar. Me podía pasar toda una tarde viendo y hojeando los ejemplares que tenían en la sucursal. Y si bien eran muchas las visitas, muy pocas de ellas regresaba a casa con alguna compra. En ese entonces era un lujo muy caro. Mi interés en la lectura inició desde pequeño, en gran parte me refugiaba en ella porque en aquellos años era muy introvertido, por lo que me resultaba

La regla de las cien horas.

Imagen
 Durante mi etapa de estudiante en Saltillo, viví algunos años con dos amigos. El horario escolar era poco armonioso y tenía muchos espacios en blanco entre clase y clase. Afortunadamente vivíamos muy cerca de la universidad, así que cuando tenía tiempo entre materias y nada qué hacer, me iba a pasar el rato al departamento.  Recuerdo que hubo un tiempo en el que mientras escuchaba música o enmedio del ocio, empecé a experimentar el malabarear con tres pelotas de tenis que tenía por ahí. Poco a poco, sin invertir mucho tiempo por día, en algunas semanas logré dominar el juego de tres. Ya con cuatro pelotas se tornaba más complicado y, si me permiten ser sincero, desistí en la práctica. Pero hablando del juego de tres, a la fecha creo que sí lo intento, aún puedo realizarlo. Y hablo de esto porque precisamente estaba leyendo hace poco acerca de La Regla de las Cien Horas. Esta regla habla de que si pasas cien horas al año, que son alrededor de tan solo diecisiete minutos al día practica