Dejar atrás la vida que toleramos.

Sofía llegó a nuestra vida el primero de abril del 2014. Para ese entonces, Santiago ya tenía cuatro años con nosotros y al menos en lo que respecta a ser padres, ya no éramos unos novatos. Nos sentíamos confiados en términos de nuestra nueva logística familiar e incluso meses antes realizamos un presupuesto considerando los gastos a los que en nuestra experiencia, sabíamos nos íbamos a enfrentar. Al final las cuentas empataban con nuestros ingresos, por lo que la emoción era más grande que la preocupación y el futuro no parecía tan complicado. Oh, sorpresa. Afortunadamente todo salió bien con Sofía y teníamos ahora a esta nueva y hermosa integrante de la familia. Hablando desde mi experiencia, creo que la conexión emocional del papá tiene un desfase de nueve meses respecto a la de la mamá, nuestro proceso de enamoramiento inicia cuando los vemos por primera vez. Ese primer encuentro es impactante. Y día a día, esta conexión se fortalece. La curva de inclu...