Dejar atrás la vida que toleramos.

   Sofía llegó a nuestra vida el primero de abril del 2014. Para ese entonces, Santiago ya tenía cuatro años con nosotros y al menos en lo que respecta a ser padres, ya no éramos unos novatos. 


Nos sentíamos confiados en términos de nuestra nueva logística familiar e incluso meses antes realizamos un presupuesto considerando los gastos a los que en nuestra experiencia, sabíamos nos íbamos a enfrentar. Al final las cuentas empataban con nuestros ingresos, por lo que la emoción era más grande que la preocupación y el futuro no parecía tan complicado. 


Oh, sorpresa. 


Afortunadamente todo salió bien con Sofía y teníamos ahora a esta nueva y hermosa integrante de la familia. Hablando desde mi experiencia, creo que la conexión emocional del papá tiene un desfase de nueve meses respecto a la de la mamá, nuestro proceso de enamoramiento inicia cuando los vemos por primera vez. Ese primer encuentro es impactante. Y día a día, esta conexión se fortalece.


La curva de inclusión de Sofi a la familia fue muy rápida y todo iba viento en popa. Hasta que no. Mi proyección no resultó tan atinada. Mi hipoteca estaba ligada al valor del salario mínimo, así que brincando el año creció mi deuda y creció mi retención, los carros ya eran más viejos y teníamos imprevistos con ellos frecuentemente, reparaciones de igual manera no planeadas en la casa, en los recibos, etc. En resumen, al año y medio nuestra situación económica ya estaba en un punto crítico. 


Hay un momento muy presente en mi memoria en el que estamos Linda y yo en la sala en nuestra casa en Saltillo, quebrados, frustrados, tratando de guardar silencio para no disturbar a los niños y preguntándonos cómo le íbamos a hacer y porqué nos pasaba eso a nosotros. Ese momento es un parteaguas en mi vida. Ajustar más los gastos siempre es opción, pero nuestro lujo de fin de semana era comprar hamburguesas o tacos en el puesto de la esquina. Nos encontrábamos desmoralizados y envueltos en un bucle de negatividad y victimización que no nos permitía ver más opciones. 


Según la pirámide de Maslow, si no hemos cubierto nuestras necesidades básicas, no podemos seguir avanzando en las siguientes jerarquías, y estamos muy lejos de aspirar al fin último de autorrealización. Pero por otro lado, cuando estás en esta situación y atrapado en este bucle, la única manera de salir de él es invirtiendo la pirámide, imaginando, soñando, visualizando tu autorrealización y ello te ayuda a generar la confianza y el coraje suficiente para romperlo y avanzar. 


Tony Robbins dice que todos tenemos la vida que toleramos. Si existe algo en nuestra vida que nos molesta, y no hemos hecho nada para solucionarlo, no nos molesta lo suficiente. En el momento en el que el problema rebasa el nivel máximo del temor al cambio, accionamos. Pero ese rango de tolerancia lo definimos cada uno de nosotros. En nuestro caso, pudimos haber recortado más los gastos y seguir esperando pasivamente alguna oportunidad. Pero yo no toleraba más eso para mi familia. No íbamos a sacrificar más nuestra calidad de vida. Nos merecíamos más. Así que accionamos.


En cuestión de meses, ya teníamos nuestra oportunidad. Las oportunidades siempre están ahí, pero en lo que te enfocas, crece. Y nuestro enfoque estaba desviado. 


He aprendido con el tiempo, que de cuando en cuando tengo qué revisar ese rango de tolerancia para calibrarlo. ¿Algo me molesta? Acciono. ¿No me molesta lo suficiente? Lo acepto, y a lo que sigue. Tenemos qué aprender a ser poco tolerantes con lo que no queremos para nosotros. 


Y obviamente todo cambio implica sacrificios, ¿pero estamos dispuestos a pagar el precio de la disciplina o el costo del arrepentimiento?


Hoy Linda y yo celebramos 14 años de matrimonio. Y Sofi ya en menos de una semana cumple 10. Viendo atrás y uniendo los puntos, ahora entiendo porqué se dieron así las cosas. Todo se ha ido ido acomodando a su justa dimensión en el tiempo correcto. Han sido años maravillosos, y los momentos difíciles también los atesoramos, porque generan ese contraste que nos permite valorar más hoy lo que somos y lo que hemos logrado juntos.


Aún tenemos muchas experiencias por vivir. Y un largo camino por convertirnos en las personas que queremos ser. Pero siempre el ir de la mano con la persona correcta a tu lado, aligera mucho el trote y abre senderos que no pasarían por tu mente de otra manera. Y ella para mí, es esa persona correcta.


Feliz aniversario.


"𝐿𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑎𝑡𝑟𝑎́𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝘩𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒".


Sören Kierkegaard.



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