Al otro lado del miedo.

 Inicio de año. Gran momento para aprovechar el impulso de motivación que ordinariamente acompaña estas fechas. Te sientes empoderado, confiado, imparable..., hasta que no.


Oscar Wilde decía que debemos ser cautos con lo que deseamos, porque puede convertirse en realidad. Porque es fácil soñar, imaginar y desear aquello que resulta como consecuencia de ser alguien exitoso en algún campo, pero no todos están dispuestos al sacrificio que implica transformarse en esa persona. 


Es fácil desear tener lo que posee Jeff Bezos ahora, pero no cualquiera está dispuesto a abandonar su carrera, apostar todos sus ahorros y los de su familia a una idea disruptiva que por mucho tiempo generará pérdidas en pro de la escalabilidad del negocio, mantener tu estilo de vida e incluso bajar el ritmo del mismo, soportar el peso de la crítica social que señala tu terquedad ante una idea nada rentable, hasta que por fin, años después, ves brotar y prosperar los frutos de tu trabajo.


También es fácil escribir en un papel cuántos ingresos deseas obtener, el físico que quieres tener y la calidad de vida que crees merecer para ti y tu familia, pero el universo obra de maneras misteriosas y nunca sabremos qué caminos nos va a presentar para lograr conseguir aquello que deseamos. ¿Qué pasa cuando tienes frente a ti las oportunidades que pudieran ser el medio para obtenerlo, pero de pronto estás lleno de dudas e incertidumbre? ¿Y si fracaso? ¿Y si no es el camino correcto? ¿Y si descubro que no era lo que quería? 


Y es ahí, precisamente en ese punto, en donde el miedo y el deseo por el progreso se encuentran cara a cara. No es un terreno nuevo, ya has estado ahí antes. No has llegado a este punto de tu vida sin haberlo enfrentado y superado en ocasiones anteriores. Y entonces caes en cuenta de que la verdadera pregunta no es si puedes alcanzar o no aquello que deseas, sino si estás dispuesto nuevamente a enfrentar al proceso que implica llegar ahí.


Ese es realmente el reto, qué tanto estás dispuesto a arriesgar para llegar ahí. Porque el miedo no es solo un obstáculo que aparece frente a ti cuando entras en territorio desconocido, el miedo también nos muestra aquello que somos, lo que podemos ser, y lo que podemos perder en el camino a alcanzarlo. No hay garantías.


Así que que recuerda esto cada vez que repases tus objetivos para este año: Vas a tener oportunidades que pudieran o no llevarte a aquello que deseas con fervor, pero si realmente esto último es cierto, deberás estar dispuesto a enfrentar a esta bestia que se interpondrá en tu camino. Evitarla no te servirá de nada, la única manera de que la superes es enfrentándola, hasta que deje de ser ese monstruo que representa para ti. El crecimiento está al otro lado de ella. 


Y sí, quizá falles, pero ten por seguro que cuando tus acciones se alineen con la intención de tu corazón, el éxito será solo cuestión de tiempo. Porque siempre habrá una nueva oportunidad para volver a intentarlo. 


Da el primer paso, enfrenta tu miedo, cualquiera que sea, y algún día, antes de lo que imaginas, te verás convertido en esta persona que hoy estás llamado a ser.


------------------------------------


"Una de las principales diferencias entre los ganadores y los perdedores, es que los ganadores siempre dan el primer paso, mientras los perdedores siempre encuentran una excusa para no hacerlo.


Esto no significa que den un salto a ciegas, solo significa que dan el primer paso, y entonces aparece el segundo, y el tercero... Da tu primer paso".


Bryan Tracy.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un Domingo cualquiera.

¡Sal de ahí!

Claudia.