¿Cuál es tu código de vida?

 No sé qué día estaré publicando esto, pero hoy que lo empecé a escribir, es un gran día. 

Los cambios no son fáciles. Hay una etapa al inicio, en la que te sientes torpe. Tú ves a todo el mundo navegar y fluir en su cotidianidad, pero para ti todo es nuevo. Olvidas los nombres de las personas que recién conociste, no entiendes el lenguaje en el que se están comunicando, los procesos no terminan de embonar en el rompecabezas que estás armando en tu cabeza, te responden algo y caes en cuenta que esa pregunta ya la habías hecho. En fin. Quién lo haya vivido o lo esté viviendo, sabe a lo que me refiero. 

Hay un capítulo en Modern Family que me recuerda un poco a esto. Gloria, Sofía Vergara, discute con Jay frustrada porque no puede comunicarse bien en inglés, y las personas suelen burlarse de ella.

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- ¿Sabes lo difícil que es traducir todo en tu cabeza antes de poder hablar? Que las personas se rían en tu cara porque batallas para encontrar las palabras correctas. Deberías por una ocasión ponerte en mis zapatos.

¡Si tan solo supieras lo inteligente que soy en español!

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Bueno, en términos de nivel de frustración, algo así se siente.

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"Un pájaro no aterriza en una rama confiando en que la rama no se rompa, sino confiando en que si la rama se rompe, él retomará el vuelo."

Charlie Wardle.

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Y ya he vivido muchos cambios en mi vida. No es que no supiera que iba a pasar por esto; lo sabía y lo acepté con gusto. Porque aunque no deja nunca de ser una etapa que te revuelca y te da unas bofetadas de humildad, es solo eso, una etapa. Y cuando termine, cuando todas las piezas empiecen a embonar, tu cerebro empiece a conectar las ideas y empieces a navegar con el resto en tu nueva cotidianidad; entrarás al modo de flow, en tu zona. Y ahí es cuando puedes aportar. Eso es lo que estoy buscando.

No es que desaprendas lo aprendido. Aprendes sobre lo aprendido. Y con ello vas levantando nuevas edificaciones mentales. Incluso conectas esas nuevas estructuras con las anteriores. Así diseñas una nueva arquitectura en tu cabeza que permite que toda la información que recibes empiece a circular con un orden lógico, a procesarse y a complementarse para generar nuevos pensamientos, nuevas ideas.

Claramente no estoy ahí. Pero sí estoy en el camino. Y sí, todo podría salir mal. Siempre existe la posibilidad de que la rama pudiera romperse. Pero mi confianza no está puesta en la rama. Sino en mi capacidad de resiliencia. No puedes derrotar a alguien que no se da por vencido. Y yo no me doy por vencido.

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"Live your life with character, honor and discipline."

David Goggins.

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Estaba escuchando estos días acerca de cómo vivir tu vida bajo un código te facilita mucho la toma de decisiones y, posteriormente, su gestión. Un código de vida son los valores sobre los cuáles decides regir tu comportamiento. Esas convicciones profundas que te recuerdan quién eres y porqué haces lo que haces. Aún cuando el entorno es incierto.

Tener un código de vida no elimina el miedo ni resuelve los conflictos, pero te ayuda a callar el ruido externo y te evita desgaste emocional. Porque cuando tienes claros tus valores, no necesitas debatirte, solo necesitas serte fiel a ti mismo.

Honrar a tu familia, vivir lo que predicas, tratar a todos con dignidad y respeto, compartir tu abundancia, no desistir aunque te mueras de miedo, estar cómodo en la incomodidad. Vivir tu vida con carácter, honor y disciplina. No importa cuál sea tu código. Define esos valores y grávalos en lo más profundo de tu ser, porque serán tu brújula en esos momentos en los que te sientas perdido.

Regresando al inicio de este escrito, hoy es un gran día. Hoy empecé a conectar ciertas ideas. Y esos breves destellos de lucidez me permiten ver el oasis en el desierto. Me dan esperanza. 

Es obvio que hoy no tengo todas las respuestas, pero sí tengo claro mi rumbo. No me guía la certeza de mi entorno, me guía el código que llevo dentro. Y sé que no importa cuan dura sea esta batalla, mi corazón y mi mente me sostendrán.

Esta historia apenas comienza.