Av. Nove de Julho.
Esta semana tuve la gran oportunidad de visitar la hermosa ciudad de São Paulo. Es el vuelo más largo que he tomado en mi vida. Y sí, lo sé, tengo un sesgo limitante respecto al no merecimiento qué trabajar aún, pero eso es tema para otra ocasión.
Hace veinte años ni por mi cabeza pasaban las hermosas experiencias que la vida tenía planeadas para mí. Incluso el año pasado creía que la vida ya había sido demasiado bondadosa conmigo y los míos. Hoy estoy seguro de que hacia adelante existe aún un mundo por conocer y del que ni siquiera tengo entendimiento.
La vida te va dando a probar, de cuando en cuando, aquello que quizá en algún momento creías que era demasiado para ti. Y puedes rechazarlo, o recibirlo con temor a que al hacerlo, algo malo pasará para compensar tu situación. Pero también puedes abrazarlo, agradecerlo y preguntarte: ¿Y por qué no a mí? ¿Y por qué no más?
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"En ocasiones la vida te regala más de lo que crees merecer, precisamente para recordarte que siempre mereciste más."
— Anónimo.
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El sábado de hace una semana, partimos siete colaboradores de Mercado Libre. Este viernes regresamos siete amigos. Una manada, diría mi estimado Chucho. Y nótese que es una frase muy peculiar, para alguien que dice no ver La Casa de Los Famosos.
En fin, una semana maravillosa.
El objetivo de nuestra visita era el conocer sus operaciones, notablemente más grandes, y entender cómo manejan esa cantidad de volumen, la tecnología, los procesos, el desarrollo de sus equipos de trabajo y la cultura de su gente. Visitamos tres sites, además del Corporativo. Las operaciones de Guarulhos, Barueri y el Sortation Center en Cajamar.
Las instalaciones de primer nivel. La comida deliciosa. El equipo nos recibió con grandes atenciones y la calidez que los caracteriza.
Nos dedicaron toda su agenda a mostrarnos cómo organizan sus operaciones, cómo es la dinámica entre áreas y cómo delimitan las responsabilidades en pro de los resultados del site. Recorrimos el piso, interactuamos con la tecnología y derribamos algunos paradigmas que habitan en nuestras operaciones. También descubrí que hay cosas que nosotros hacemos muy bien y que, de igual manera, se deben compartir.
Alejarte un poco te permite ver con mayor claridad. El verdadero valor en todo esto, es el cambio de perspectiva. Y no me refiero a venir a replicar ahora lo que hacemos allá, sino a aprender de ellos y evolucionar. Entender que estamos aún muy lejos de conocer realmente nuestros límites. Y eso es maravilloso.
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"El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos."
— Marcel Proust.
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La ciudad en sí la percibí muy limpia y ordenada, raro - para nuestro estándar - ver este orden en horarios de traslado al trabajo. No había basura en las calles, propaganda, vendimia. Incluso la entrada al metro parecía muy tranquila. Me gustó mucho. Y me encanta lo que hago.
En una caminata me topé por ahí la foto que enmarca este escrito. Av. Nove de Julho.
En algún podcast escuché esta idea que anoté en "mis momentos de eureka". Yo nací el 9 de Julio del '85. Tengo 40 años. Aunque en realidad ya no tengo 40 años. Esos son los años que he vivido hasta el momento.
Porque los años que tenemos en realidad son los años que ya no tenemos. Los únicos años que tenemos son los que en realidad nos faltan por vivir. Haz lo que te gusta. Ama lo que haces. Aprovecha los años que tienes enfrente.
Y la vida, de cuando en cuando, te seguirá regalando aquello que quizá ahora consideras demasiado para ti. Precisamente para recordarte que siempre haz merecido más.
Obrigado.
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