La predictibilidad de la suerte.

 ¿Existe realmente la suerte o es solo una ilusión que nos reconforta y que inventamos para justificar el rumbo que toma nuestra vida y darle sentido? Porque a menudo, parece que estamos a merced de fuerzas invisibles y aleatorias que determinan nuestro destino. Y que hay personas que nacen con estrellas a su favor y otras que por el contrario, están condenadas a una vida llena de dificultades.


El Miércoles de esta semana, hurgando en mi biblioteca personal, me llevé la grata sorpresa de encontrar un libro que creía extraviado y que leí por allá de mis quince años. La suerte existe, de Dobson Bosker, publicado en Diciembre del '90. Un gran libro y que aborda el planteamiento de si existe o no alguna verdad detrás de la idea de que algunos tienen un toque de buena fortuna, mientras que otros sufren una serie interminable de desgracias. El tema entonces me resultó asombroso y me ayudó a cambiar mi mentalidad al respecto, y a entender cómo la actitud, la preparación, la resiliencia y la constancia "atraen" la buena suerte.


Séneca describía a la suerte como aquella que se materializa cuando se conjuga la preparación con la oportunidad. Y hay mucha razón en ello. Ahora; dando por hecho la preparación y el amplio espectro que abarca, también es cierto que tenemos qué estar abiertos y dispuestos a tomar las oportunidades cuando se presenten, porque las ventanas de oportunidad no aparecen necesariamente cuando nos sentimos listos o en el envoltorio que imaginábamos, pero no van a esperarte. Y desafortunadamente cuando estas ventanas desaparecen, es sin fecha promesa de regreso.


Por otro lado; si estás dispuesto y abierto a tomarlas, también deberás ser consciente del costo que ello implica. Cambiarás tu realidad, saldrás de tu entorno que te resulta tan familiar y entrarás a un ambiente de incertidumbre donde tendrás qué exponerte a dificultades, miedo, frustración y trabajo duro, ¿pero acaso no lo haces ya? ¿Acaso esto no es precisamente lo que te lleva a preguntarte si existe o no la suerte? Y el beneficio después de atravesar y superar este nuevo entorno es, por mucho, mayor al costo de oportunidad de no hacerlo.


También he aprendido con los años que la suerte no resulta necesariamente de un evento aislado, sino que son eventos potenciales que vas desbloqueando en la medida en la que avanzas en tu crecimiento y te expones constantemente a cambios, en un sentido de efecto compuesto. La suma de las buenas decisiones que ejerces y las ventanas de oportunidad que decides tomar y te exponen a nuevas realidades, habilitan estos nuevos destellos de buena suerte en tu camino. La última gran oportunidad que aprovechaste no hubiera sido posible si no hubieras tomado las cuatro o cinco ventanas previas a esta.


En la vida existen individuos muy afortunados que nacen en un ambiente de prosperidad económica, y también aquellos muy afortunados que se desarrollan en condiciones económicas adversas y por ello aprenden desde pequeños a valorar el resultado del esfuerzo y que poseen la libertad de arriesgarlo todo por un futuro mejor. Existen personas muy afortunadas que crecen en un ambiente de amor y armonía, pero existen también aquellos afortunados que vivieron situaciones caóticas y ambientes de inestabilidad, que les permitió desarrollar a temprana edad la resiliencia y les otorgó el hambre y el enfoque para luchar por sus sueños.


La suerte es predecible, y ello nos invita a reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad en la dirección que toma nuestra vida. Y viviremos momentos de infortunio, pero nuestra voluntad de actuar, reponernos y adaptarnos podrán llevarnos más allá de las limitaciones aparentes de la casualidad. Como desarrolló Bosker:


La suerte existe... y usted puede fabricársela.



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