Descifrando el código de la tenacidad.

 Hace unos días ví a David Goggins en Huberman Lab, que para quien no lo conoce, es el podcast del Dr. Andrew Huberman, un neurocientífico norteamericano que se ha popularizado por compartir hacks, protocolos y herramientas para mejorar nuestra productividad física y mental. Todo con base en ciencia. 


Ahora, a Goggins quizá se lo habrán encontrado por ahí en algún reel o tik tok, corriendo con poca ropa bajo un sol abrasador, en algún barrio en la madrugada o a muy bajas temperaturas mientras nos da una cátedra del poder mental sobre la resistencia humana. O entrenando a morir en algún gimnasio de cadena mientras se grita a sí mismo repetidamente y todo mundo se cuestiona su sanidad: 


¡They don't know me son! ¡¿Who's gonna carry the boats, and the logs?!


David es un ex Navy Seal y corredor de ultramaratones con una tenacidad sobrehumana. Tiene grandes hazañas físicas en su haber y es un creyente ferviente de que utilizamos tan solo el cuarenta por ciento de nuestras capacidades, porque cedemos de manera muy fácil a la derrota mental. Existe una anécdota en la que se menciona que David participó en una carrera de veinticuatro horas en el desierto, con equipos de cuatro personas. La carrera consistía en que los participantes corrían una milla y sus compañeros los relevaban en la siguiente, hasta que los cuatro dieran vuelta. David la completó solo, sin relevos. 


Ese es Goggins.

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"Porque a veces te sientes cansado, te sientes débil. Y cuando te sientes débil, solo quieres detenerte. Pero ahí es cuando tienes qué buscar dentro de ti, y tienes qué encontrar esa fuerza. Y cuando la encuentras tienes qué explotarla para conseguir esa motivación que te permita seguir adelante y no rendirte. 


Sin importar cuánto quieras tan solo hacer una pausa, y colapsar..."


'Till I collapse. Eminem.

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¿Porqué Goggins es diferente?, ¿qué es lo que hace posible que no se detenga aún cuando su cuerpo le pide hacerlo? 


Y no es solo él. Todos conocemos personas con una gran resistencia ante las adversidades y que se mantienen firmes en búsqueda de sus objetivos. Personas con gran pasión y confianza, que no se doblegan ante los problemas y se levantan constantemente ante el fracaso. Aquellos con una voluntad inquebrantable, imparables, tenaces. Pero, ¿será posible desarrollar la tenacidad?


Huberman hablaba en este episodio de estudios relativamente recientes acerca de una parte en nuestro cerebro llamada Anterior Mid-Cingulate Cortex (aMCC) y cómo esta es considerablemente más grande en personas que en el día a día se muestran más disciplinadas que el resto. Personas que constantemente se están enfrentando a aquello que no quieren hacer, pero saben que tienen que hacer, y lo hacen. ¿Recuerdas aquella escena en la que Rocky se despierta a las cuatro de la mañana para engullirse cinco huevos crudos y posteriormente salir a entrenar en las frías calles de Philadelphia? Algo así.


De acuerdo a estos estudios, la aMCC se desarrolla en la medida en la que te expones voluntariamente a estas situaciones. Y mientras más desarrollada esta corteza, te volverás más disciplinado, persistente y tenaz. Ahora, no tienes qué levantarte mañana a engullir huevos crudos o a anotarte en un maratón (al menos no por ahora), siempre puedes empezar por aquellas pequeñas cosas que no quieres hacer e ir progresando lenta, pero consistentemente. Duchas frías, ejercicio, periodos de tiempo sin alcohol, sin cigarrillos, lapsos de ayuno, exponerte a situaciones sociales que te saquen de tu zona de confort, proyectos profesionales retadores, alguna nueva actividad personal. En fin, el punto es exponerte a situaciones que sabes que te ayudan a desarrollarte, pero no quieres hacerlas.


La semana pasada experimenté por primera vez un ayuno de cuarenta y ocho horas. Había estado leyendo acerca de sus virtudes, pero no me había atrevido a hacerlo. Y la razón es simple, es duro. Pero cuando escuché a Huberman, recibí el impulso que necesitaba. Definitivamente es difícil no comer, así que qué mejor método para poner a prueba mi resistencia que eso. Las primeras veinticuatro fueron relativamente fáciles, pero a partir de ahí mi ansiedad se hizo presente y empezó el verdadero reto. Sobretodo cuando llegué a casa y tenía la comida a mi alcance. Aún así, resistí, preparé mis cosas para el siguiente día y me fuí a descansar. Esa noche dormí muy bien.


Al día siguiente tenía una sensación de vacío algo extraña, pero satisfactoria. En el gimnasio definitivamente me sentía con menos fuerza, estimé al menos un treinta por ciento por debajo de lo habitual, aunque también pudo ser que me sugestioné un poco por el experimento. Para cuando llegué al trabajo la ansiedad ya no estaba presente, ese día pude desenvolverme con normalidad. He leído que llega un punto en el que adquieres una claridad mental y un nivel más alto de energía, yo no lo experimenté. Lo que es obvio es que ante la falta de ingesta calórica, no tuve picos de insulina y no sufrí de bajones energéticos porque mi cuerpo no necesitaba enfocarse en el proceso de digestión. Rompí el ayuno a la hora cincuenta, no de la mejor manera y esto queda como lección aprendida para la siguiente vuelta, pero el objetivo se cumplió.


Fue un buen experimento. 


Difícil, pero alineado a mi intención de continuar formando mi desarrollo personal, entrenar mi capacidad de autocontrol y forjar mi tenacidad para poder afrontar los retos que vengan hacia adelante. En ocasiones es mejor elegir el camino de mayor resistencia, porque las pruebas que libras en este, te permitirán labrar un futuro próspero.

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"Para cuando expiramos nuestro primer aliento, nos volvemos susceptibles a la muerte. Y puedes llevar una vida tranquila y dejar que la inercia te lleve a ella, o puedes entregarlo todo para encontrar tu grandeza y convertirte en aquel guerrero al que estás destinado a ser."


David Goggins.

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Pd. Si deseas conocer más acerca del Anterior Mid-Cingulate Cortex, te dejo el siguiente link:


https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7381101/




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