Sara.

 La primera vez que escuché de Sara fue en el 2016, en un episodio de Impact Theory en donde Tom Bilyeu tiene una charla con Mel Robbins acerca de su filosofía de vida y su famosa regla de los cinco segundos.

En aquel entonces acabábamos de llegar a vivir Monterrey y yo iba a un pequeño gimnasio en San Nicolás, cerca de la planta de Gamesa. Llegaba a entrenar alrededor de las cuatro y media de la mañana, y a las cinco y media me salía a trotar/caminar por el barrio mientras escuchaba audios en un viejo reproductor de mp3. Tenía la práctica de guardar todos los videoclips que me encontraba en Youtube con mensajes profundos, y eventualmente los convertía a formato mp3 para llevarlos conmigo en mi reproductor. Un poco arcaico el método, pero me funcionaba muy bien.

Hubo una larga temporada en la que escuché cada mañana este clip. Recuerdo que recorría las calles de San Nico, a oscuras aún, con este audio resonando en mi cerebro en donde Mel decía: "Estaba oscuro, estaba muy frío, era invierno en Boston, y por primera vez en tres meses, había vencido mi hábito de aplazar la alarma del despertador".

Mel Robbins explicaba que nuestro cerebro está diseñado para evitarnos hacer cosas fuera de nuestro confort, por lo que para movernos de una idea a una acción, tenemos una pequeña ventana de cinco segundos para hacerlo, antes de que nuestro cerebro empiece a sabotearnos en pro de nuestra supervivencia. Y como nuestro día a día está lleno de microdecisiones, si nos hacemos conscientes de esto y empezamos a tomar acción, podemos cambiar nuestra vida.

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"No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos a hacerlas. Es porque no nos atrevemos a hacerlas, que las cosas son difíciles".

Mel Robbins.

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Me gustaban mucho esas mañanas, sobretodo en invierno, la neblina, las calles vacías, incluso había un momento en el que pasaba por un panteón y ello le daba un toque más enigmático al ambiente. Sentía que los mensajes que escuchaba en estos audios me revelaban secretos invaluables. Eran mañanas muy poderosas, y que me ayudaron mucho en ese tiempo.

En una parte de esta charla, Mel hablaba de Sara. Sara es el acrónimo del sistema de activación reticular ascendente, el cual es una región en nuestro cerebro, situada en el tallo encefálico y es responsable de la vigilia, la transición entre sueño-vigilia, así como de la atención y los períodos de alta concentración. Hasta ese día no conocía el término, y me resultó muy interesante.

El ser humano tiene entre 60 mil y 80 mil pensamientos al día. Y para que nuestro cerebro administre eficientemente toda esta información sin sobreestimularse, tiene qué recurrir a ciertos mecanismos que permitan mantener nuestra atención en lo que es más relevante para nosotros.

Pensemos por ejemplo, cuando estamos aprendiendo a manejar un vehículo estándar, es muy difícil al inicio no pensar en otra cosa que no sea en coordinar a nuestro cuerpo para que pueda presionar el acelerador mientras saca el clutch, prepara el siguiente cambio, espejea y se mantiene atento a los riesgos del camino. Son momentos de mucho esfuerzo y desgaste mental. 

Pero llega un punto, después de horas y horas de práctica, en que este conocimiento pasa a nuestro inconsciente y nuestro cerebro deja de gastar energía innecesaria en él, y puedas enfocar tu atención en algo más relevante. La actividad motriz sigue ahí, el ejercicio es el mismo, pero tu cerebro optimiza y filtra toda esta información irrelevante ahora para tu funcionamiento.

De la misma manera pasa con cada una de la actividades que realizamos. Para la mayoría de nosotros, nuestros días son muy semejantes al día anterior. Y al anterior, y al anterior. Somos seres de hábitos, y ello favorece mucho este ambiente de optimización. El cerebro se acostumbra a estímulos repetitivos y constantes, lo que permite que dejemos de prestarles atención consciente. Y esto nos permite enfocarnos en cambios o novedades en nuestro entorno.

Y el filtro en nuestro cerebro responsable de desechar todo aquello que creemos irrelevante y ser selectivo con lo que creemos relevante, es precisamente el sistema de activación reticular ascendente. Y Sara pueda ser tan útil o perjudicial para nosotros, según se lo permitamos.

Sara filtra la realidad que vemos y percibimos. En base a nuestro sistema de creencias, ella constantemente está buscando evidencias que respalden nuestros pensamientos. Si de manera constante estamos pensando cosas negativas, Sara definitivamente te ayudará a encontrar más de lo mismo, reforzando aquello que crees. 

Pero la buena noticia es que podemos reprogramar a Sara, podemos usarla a nuestro favor y entrenarla para ver oportunidades en lugar de obstáculos. La clave es que tienes qué saber qué buscar. Hay un video de Jordan Peterson en donde menciona que todos somos capaces de conseguir aquello que deseemos en cinco años, pero existen dos condiciones, tenemos qué saber qué es, y tenemos qué trabajar por ello. Así opera Sara. Si crees que la vida es injusta y que siempre se te están presentando dificultades que te alejan de tu meta, así será, y se te seguirán mostrando. Pero si crees que estas dificultades te están preparando para tu siguiente éxito, también así será. Todos tenemos dificultades, de nosotros depende verlas como barreras, o como escalones.

Aquellas oscuras y frías mañanas, me enseñaron a ver más allá de lo que mis sentidos me mostraban como realidad. Me demostraron que con la mentalidad correcta, podemos transformarnos y crear una nueva realidad para nosotros.

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"Lo que el corazón desea de verdad, la mente se lo acaba mostrando".

Mario Alonso Puig.