Construye tu legado.

 Imaginemos por un momento nuestro futuro. Han pasado ya muchos años y estamos en vísperas de nuestro retiro profesional. Precisamente hoy es nuestro último día. 

Por un lado estamos muy contentos y agradecidos de la reciprocidad con la que la vida nos retribuyó nuestra dedicación, disciplina y esfuerzo. Gracias a esto hemos tenido una vida próspera que compartimos con nuestros seres queridos. Pero una pregunta empieza a inquietarnos y resuena cada vez más fuerte en nuestra mente. ¿Cómo seré recordado?.


Por muchos años colaboramos en grandes proyectos, entregamos excelentes resultados y paso a paso, de manera consistente, escalamos a posiciones de liderazgo cada vez mayores. Pero hoy, ante nuestro inminente retiro, ¿eso será por lo que nos recuerden?. Quizá sí, el primer año es natural la comparación entre los estilos de liderazgo y las referencias suelen ser frecuentes. ¿Pero en el segundo año seguirán hablando de nosotros?. ¿Y en el año diez?.


En estos días estuve conversando con un colega acerca de cómo a través de nuestra vida laboral, más allá de los éxitos y fracasos profesionales, recordamos a las personas por cómo nos hicieron sentir. Para bien o para mal. Oso Trava dice que a las personas no se le convence, no se les motiva, no se les invita. A las personas se les inspira. Y el cómo inspiras es a través de tus acciones. A través de la congruencia entre el decir y ser.


De vuelta a la realidad. ¿Cómo te gustaría ser recordado?. ¿Cuál quieres que sea tu legado?. Porque un legado no se edifica de la noche a la mañana. El legado es como un bosque que se forma a través de un proceso gradual y para el cuál tienes qué crear un terreno fértil, en el que año tras año aquellas plantas que en un inicio serán semillas, madurarán en árboles fuertes que a su vez ayudarán a crear un ecosistema más rico y diverso. 


Tenemos el poder de ir sembrando a nuestro paso esas semillas hoy. Y si bien, quizá diez, veinte años después de nuestro retiro, nuestro nombre ya no será recordado en el terreno profesional, sí nuestro legado perdurará a través de esas semillas que fuimos sembrando y ayudamos a madurar, porque estas contribuirán a un mejor futuro. Construir un legado puede ser una forma de dar sentido a nuestra vida, de colaborar con el mundo y dejar huella.


Porque como decía Stephen Covey: "𝘓𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳 𝘶𝘯 𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘢𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘪𝘵𝘶𝘢𝘭, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘯𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘥𝘰, 𝘱𝘳𝘰𝘱ó𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘪𝘣𝘶𝘤𝘪ó𝘯".




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