Tu eterno némesis.

   Jack Canfield, escritor y conferenciante, desarrolló esta regla que habla acerca de la influencia del ruido externo en nuestras emociones: A los dieciocho años uno se preocupa por lo que los demás piensan de ti; a los cuarenta años te resulta igual lo que los demás piensen de ti, pero a los sesenta te das cuenta que nadie nunca ha pensado en ti.

En ocasiones damos mucho peso a las opiniones de los demás, incluso al grado de afectar nuestro estado de ánimo. Y es natural buscar la aprobación y el reconocimiento de terceros, dado que somos seres sociales, pero cuando permitimos que estas opiniones externas dicten nuestra autovaloración, nos convertimos en prisioneros de esta validación. De pronto somos vulnerables a los juicios y críticas de los demás, lo que claramente afecta nuestra confianza.

En realidad no le importamos tanto a nadie, al menos no al grado de permitirles frenarnos en perseguir nuestros sueños. Y tenemos qué aprender a discernir entre críticas constructivas y opiniones vacías. Nuestro verdadero oponente, nuestro némesis, duerme en nuestro interior. Debemos aprender a cultivar una relación sólida de confianza en nuestras capacidades, debemos aprender a reconocer nuestros éxitos y dejar de sobrestimar los del resto. Debemos tener la valentía de defender nuestras convicciones y mantenernos fieles a nuestro espíritu.

El auto respeto implica confiar en nuestras propias capacidades y decisiones. Y tener el coraje de luchar por nuestros ideales. No debemos permitir que las opiniones externas definan quiénes somos o qué valor tenemos. Al mantenernos fieles a nosotros mismos y cultivar una autoestima sólida, podemos resistir la influencia negativa de las opiniones externas y vivir una vida basada en nuestro propio sentido de valía. En la medida en la que nos fincamos y superamos desafíos y rompemos los límites de nuestras barreras internas, se desarrolla el auto respeto.

Y no siempre se trata de ganar. Balboa no salió a ganar. Balboa salió al cuadrilátero con el corazón bien puesto a aguantar todo lo necesario, aunque dejase la vida en ello, para probarse a sí mismo que no era un fracasado. Y aunque ante Creed perdió la pelea. Balboa consiguió auto respeto. Derrotó a su verdadero némesis.

Y en ocasiones el ruido es mucho. Y ensordece. Pero es esencial recordar que la opinión más importante sobre nosotros mismos debe provenir de nuestro propio ser interior.

Porque como dice Eric Thomas: Cuando no hay enemigo dentro, el enemigo afuera no puede hacernos daño.



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