Me gusta mucho esta foto...

Y estéticamente hablando pareciera no ser una buena foto, jaja. El trasfondo es lo importante. Era un Domingo, 15 de Diciembre a las 2:30 am, aproximadamente. Sofi y yo nos estamos comiendo un sandwich mientras buscamos en el cielo estrellas fugaces.

Esa noche se suponía que íbamos a ser testigos de una lluvia de estrellas impresionante. Yo tengo una especial admiración por las estrellas fugaces. Y he visto pocas en mi vida, pero cuando ha sido así, obviamente les he extendido mis más profundos deseos como lo dicta la tradición, se los recomiendo.

Alguna vez leí que cuando sientas que tus problemas son muy grandes, pienses que eres una de las ocho mil millones de personas que habitan este planeta de menor tamaño que una estrella promedio, situado en uno de los miles de millones de sistemas solares que hay en una de las dos billones de galaxias que se estima existen en el universo. Así de grandes son tus problemas. Cuando veo una estrella fugaz, exactamente me recuerda esto.

Pero volviendo al tema, esa noche junto con mis suegros planeamos ir a la salida de Arteaga a ser testigos de tal evento. Linda y mi suegra prepararon sandwiches para la aventura, nos dormimos temprano y pusimos alarmas. Todos estábamos muy emocionados.

Llegada la hora y situados ya en la carretera, nos sentimos timados, jajaja. No fue el espectáculo aquel impresionante que imaginábamos, y sí vimos algunas, pero te avisaban de una y en lo que volteabas ya no alcanzabas a verla, mientras pasaban otras tres donde inicialmente tenías la mirada, jajaja.

Fue una muy buena noche. Quizá me recuerda la emoción que me daba cuando Papá nos despertaba de madrugada para ir con él a Cuatro Ciénegas.

Espero mis niños la recuerden con el mismo aprecio.

Pd. Los sandwiches estaban bien ricos.

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